Atados hasta la muerte-¡¡AYUDA!!
Cuando
creíamos que lo habíamos visto todo en lo que a maltrato se refiere, después de
tanto tiempo rescatando animales desechos, el azar te pone delante otro caso
más grave que todos los anteriores.
Anoche
en las afueras de un polígono industrial de Córdoba, cruzaban la carretera una
pareja de podencos. Podría haber sido como cualquier abandono, pero éste iba
más allá, puesto que ambos estaban atados entre sí por el cuello, con una soga
de plástico que les ahorcaba cada vez más.
Casi
asfixiados por lo apretada que tenían la soga, conforme tiraban el uno del
otro, más se iban quedando sin aire. Además llevaban una correa (de persona)
que arrastraban del cuello de uno de ellos.
Muchos
vehículos fueron los que pararon al ver el panorama tan dantesco, porque
cruzaban entre los coches, pero solo unas pocas personas de buen corazón son
los que decidieron ayudarlos.
Pudieron
sujetarlos de la correa que llevaban, los pusieron a salvo en el arcén como
pudieron, les dieron de beber e intentaron tranquilizarlos del terror que
tenían.
Su
estado era catatónico, la hembra se llegó a desvanecer del cansancio, ambos
estaban en un estado de shock por la situación en la que se encontraban y a
saber por la que habrían padecido.
Pudimos
con la ayuda de estas personas anónimas montarlos en nuestro vehículo y así
tenerlos completamente a salvo. Imposible cortar la soga hasta llegar al
albergue, por lo que tuvimos que montarlos a la vez para no dañarlos más.
Es
difícil explicar lo que sentimos al verlos, la hembra herida cojeando, exhausta
y posiblemente recién parida, atada a su compañero que tenía la mirada perdida.
La situación en la que estaban les hacía mucho más vulnerables y dependientes
el uno del otro, si uno moría atropellado, el otro tendría que arrastrar y
tirar de su cadáver… una estampa desoladora que describe la realidad de los
perros de caza en este país, donde ya no solo basta con abandonarlos, sino
atarlos hasta que mueran agonizando.
Damos
las gracias a Pilar y Toni (que si nos dieron sus nombres) y al resto de
personas que no abandonaron el lugar hasta saber que estaban a salvo.
Pero
ahora empieza lo más duro, son dos podencos (macho y hembra) y desde el minuto
1 sabemos que serán invisibles. Pedimos una acogida urgente para esta pareja,
hemos asumido el caso por su gravedad pero no tenemos sitio. En cuanto tengamos
los resultados veterinarios de su estado de salud informaremos.