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Su historia
Pasan los meses volados para los
humanos, pero para los animales más todavía, como en el caso de los perros que
viven mucho menos que nosotros. Que estén esperando años una adopción,
significa mucho para ellos, pues su vida es demasiado corta.
El hecho de ser podenca ya sabíamos
que iba a ser un handicap, desde el momento que la rescatamos la desventaja de
su raza contaba, pero no hacemos distinción nunca, sean de la casta que sean.
JARA ha mejorado mucho a diferencia
de hace meses, el hecho de salir a la calle se ha convertido en una actividad
favorita para ella, al contrario de lo traumático que era antes.
Esto no quiere decir que esté 100%
rehabilitada, pues sus miedos siempre van a estar a flor de piel ante cualquier
estímulo que ella procese como algo negativo.
JARA necesita una adopción
responsable, un hogar donde los miembros de la familia comprendan sus
dificultades y características de un animal que no gestiona sus emociones como
el resto. Su manejo y cuidados son más laboriosos.
JARA se entrega en adopción con
seguimientos, contrato, pasaporte europeo, microchip, vacunas,
desparasitaciones, analíticas, esterilización y revisión veterinaria. Está en
Córdoba pero puede viajar a cualquier punto de España. Todo esto será a coste
cero para el adoptante, nuestra Asociación asume tantos los gastos veterinarios
como el traslado del animal.
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(Actualización)- El 31 de Diciembre
su destino cambió: JARA
JARA progresa poco a poco. Cada
pequeño logro que conseguimos con ella es un triunfo para nosotros.
La tónica habitual que nos
encontramos con los perros de caza es esta. Animales marcados emocionalmente a
los que cuesta un mundo rehabilitarlos para que puedan confiar en el ser
humano.
JARA está progresando en sus salidas
y paseos. Antes entraba en estado de pánico al verse en la calle y más, si veía
a gente... aunque estuvieran lejos de ella. Lo estamos trabajando y con paciencia
se logrará más.
Este proceso sería mucho más corto si
JARA no estuviera en un chenil, sino en un hogar. Si la dedicación fuera diaria
con ella, sus avances serían muchos más. Necesitamos una familia comprometida
para esta preciosa podenca de ojos color miel. No es justo que pasen los meses
y nadie se fije en ella.
JARA se entrega en adopción con
seguimientos, contrato, pasaporte europeo, microchip, vacunas,
desparasitaciones, analíticas, esterilización y revisión veterinaria. Está en
Córdoba pero puede viajar a cualquier punto de España. Todo esto será a coste
cero para el adoptante, nuestra Asociación asume tantos los gastos veterinarios
como el traslado del animal.
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(Actualización)- El 31 de
Diciembre su destino cambió: JARA
JARA ya ha pasado por el veterinario
y su estado de salud es bueno. No podemos decir lo mismo de su estado
psicológico, porque a día de hoy aún se encuentra con mucho miedo y
desconfianza del ser humano.
Esta preciosa podenca solo tiene unos
8-9 meses, aún es una cachorrona. Es negativa en Ehrlichia, Filaria y
Leishmania. Se lleva estupendamente con otros perros y con el tiempo esperamos
que su mente pueda abrirse a tener la misma seguridad con las personas.
Suponemos que su historia viene unida
a una vida llena de miserias y maltrato. Los primeros días temblaba de miedo y
su estado de shock al verse frente a una persona era tal, que se orinaba
encima... Se repite la misma estampa de los perros de caza que rescatamos.
Cuando JARA esté preparada, se
entregará en adopción con seguimientos, contrato, pasaporte europeo, microchip,
vacunas, desparasitaciones, analíticas, esterilización y revisión veterinaria.
Está en Córdoba pero puede viajar a cualquier punto de España. Todo esto será a
coste cero para el adoptante, nuestra Asociación asume tantos los gastos
veterinarios como el traslado del animal.
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El 31 de Diciembre su
destino cambió: JARA
El mismo día de fin de año nos
topamos con esta podenca, muerta de miedo y hambre. Estaba abandonada en una
urbanización de la sierra de Córdoba.
Como tantos perros de caza, que
acaban vagabundos tras el abandono, buscan cobijo cerca de lugares donde creen
que pueden tener alguna oportunidad de sobrevivir.
El caso de JARA es uno más,
seguramente proviene de una rehala. Sabemos que tarde o temprano acabaría
atropellada en alguna carretera secundaria o con un disparo de escopeta en un
coto.
Desde el 31 de Diciembre hemos estado
a diario creándole una rutina de alimentación para ganarnos su confianza, ya
que no era posible rescatarla sin más. El ser humano no le suponía ninguna
confianza, como es normal.
Tras 10 largos días de trabajo
previos al rescate, hoy podemos contar que JARA está a salvo. La hemos podido
capturar y está fuera de peligro. Ya ha cambiado el destino que tenía escrito,
pero ahora queda lo más difícil: cambiar su futuro para que tenga un hogar. No
queremos que se pudra en una residencia año tras año, por el hecho de ser
podenca.